El palacio y los jardines de Versalles son un buen símbolo (o resumen) de lo que supuso el absolutismo monárquico: la máxima riqueza de una clase alta (familia real y nobleza) basada en la explotación de un pueblo llano, todo ello justificado con teorías del derecho divino de los reyes y de una desigualdad natural entre los seres humanos. La reacción no tardaría en llegar, fundamentalmente de la mano de una nueva clase social burguesa que se erigiría más tarde en “clase media”, una clase que generaría nuevas ideologías muy hostiles a la oficial en el Antiguo Régimen. En varios países, no sólo en Francia, se terminó aboliendo la monarquía e incluso ajusticiando a los reyes. Las nuevas ideologías cometieron algunos errores teóricos y abusos en la vertiente práctica. Pero aquello fue la “reacción”, tal vez “necesaria”, a la “acción” precedente, que es la que “provocó” los abusos que los conservadores lamentaron y utilizaron luego como argumento en contra de los “progresistas”.
Bienvenidos al Blog de Javier Moreno Pampliega. En este sitio encontrarás una reflexión sobre el tema filosófico de la verdad y sobre las religiones en cuanto portadoras de tal verdad.
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